Resulta que mis problemas se deben a veces o la incongruencia cósmica, o a la construcción de bellísimas telarañas.
El día en pleno me lo he pasado riendo pensado en aquello de las coincidencias que se ensañan conmigo, en esto de las teorías del tiempo circular y en los magníficos Seis grados de separación.
Hace tiempo ya, una especie de telaraña se dibujó en mi cuaderno de viaje para causarme un leve pero interesante transtorno que no me deja del todo y aparece continuamente aunque a veces tiene el buen gusto de cambiar de personajes. Hoy me río de él, pero como socióloga, el fenoméno este me parece cada vez más fascinante, y como bruja mucho más mágico.
En 1967 Stanley Milgram propuso una teoría llamada «Six degrees of separation» la cual suponía que todas las personas estamos separadas (unidas, diría yo) por otras seis personas con el resto del mundo.
Yo puedo dar fe de ello. Y desde ayer por la noche mucho más, cómo si lo de coincidir en el Perú con medio mazo del tarot no hubiese sido suficiente.