de vuelta en casa

A tres días de llegada al maravilloso mundo real, empiezo a  procesar información que entraba y hasta ahora está teniendo válvula de escape. Fue un viaje fantástico: me dejó miles de recuerdos, buenos ratos con gente que se extraña, gente nueva que se ha de extrañar, dudas aclaradas, miedos cayéndose por los sifones o tirados a la basura junto con un vaso de ron robado de no se qué bar en algún lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme…

Faltó tiempo para conocer, siempre va a faltar cuando todo es nuevo; sin embargo, he de admitir que sobraron ciudades estando sola.

Es maravilloso descubrir que mucho más lejos de lo que habría imaginado, en una isla a las 10:30 de la noche, un ocaso me acercaría a casa, él tiene el brillo del sol.

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