Hace mucho espero subir este microrelato. Hoy, con la maravillosa ilustración de René Martínez (R3N0) -uno de esos amigos que siempre tendrá sitio en mi casa y en mi vida-, les presento a la Mala Hembra:
Cuando apagaron la luz para acostarse juntos, él le susurró:
-Te amo.
Y las palabras se le clavaron en el corazón.
Él cayó dormido envuelto en una húmeda tibieza. Al despertar la mañana siguiente, se vio envuelto en sangre y comprendió, con la sonrisa de ella, que hacer el amor es lo mismo que una operación a corazón abierto.
Andrea Torres Armas.